martes, 27 de septiembre de 2016

Presentando mis Impresiones

Acabo de regresar al país después de hacer una maestría en investigación musical. Pensé que me resultaría sencillo sacarla adelante porque me gusta mucho leer y saber cosas, sin embargo me di un tropezón con el hecho de que eso no es suficiente para ser investigador. Para ser investigador hay que tener tal vocación, y yo no la poseía. 

Sacar adelante algo para lo que no estás hecho es un poco difícil. Sobretodo para mí, que siempre he ido por la vida haciendo lo que quiero en términos académicos. En el colegio me fue muy bien siempre y en el pregrado aún mejor, a excepción del proyecto de investigación, en el que casi fracaso (¿Cómo no tuve en cuenta esta señal antes de irme?). El colegio era un paso necesario para cumplir mis sueños y lo superé sin problemas; y se veía claramente desde mi infancia que debía dedicarme a la música. Pues bien, la música es muy amplia, y diversas circunstancias me alejaron de mi verdadero llamado dentro de la música y me llevaron a elegir la investigación.

Pero llegó el momento de forzar algo que no me fluía, lo que me llevó a plantearme qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida y qué tan factible es. ¿Cuál es mi vocación?  Había tantas cosas que quería hacer antes que rebuscar evidencia en catálogos y publicar nuevos descubrimientos o perspectivas con respecto a un tema, así este me apasionara... Quería cantar, tocar, crear, organizar, tejer e ir a cazar tesoros. Quería leer por placer y luego escribir cualquier cosa, sin tener que citar, tal vez inventar, tal vez rimar. Quería ahondar en mi y ver qué salía.

No puede ser que impregne todo lo que pueda de mi peculiaridad y no vaya a hacer nada con eso...  ¿Cómo se me pudo pasar que lo que yo tengo que hacer es expresarme? Pues bien, he aquí una salida que encontré. 

No soy una persona que se alimente mucho de estímulos. Soy más bien tremendamente impresionable. Cuando descubro una canción o un álbum que me gusta, lo escucho hasta el cansancio por años, restringiéndome sólo a él. No me interesa mucho saber más del género, o del artista en algunos casos; lo he intentado y la mayoría de veces descubro que es sólo esa pieza la que considero digna de mi fascinación. Lo mismo me sucede con la literatura. No me interesa leer todo lo que sale al mercado, ni lo que recomiendan por ahí. Conozco bastante de historia de la literatura y con enciclopedia en mano elijo piezas que sé que conectarán conmigo. Con las películas ha sido diferente, he visto lo que se me ha atravesado, pero cada día soy más selectiva, y me aferro a unos pocos trabajos. 

A todo esto que selecciono de entre mucho le saco el máximo provecho, y ya después de un tiempo lo que quedan son elementos y reflexiones que vienen a hacer parte de mi personalidad. De todas estas cosas, y de sus elementos y reflexiones escribiré en este blog para que me conozcan, y tal vez vean a través de nuevos ojos algo que creían conocer. 

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...