viernes, 15 de septiembre de 2017

Acerca de qué escuchar por la calle

El mes pasado escribí acerca de lo que ha sido para mí redescubrir la posibilidad de escuchar música con audífonos cuando voy por la calle, y me comprometí a contarles un poco acerca de cómo era el asunto cuando era adolescente y cómo ha sido últimamente. 

Pues bien, he escuchado bastante uno de los álbumes que más escuchaba hace diez años: El MTV Unplugged del cantante Diego Torres, que fue un hit en la época y tuvo varios sencillos que fueron explotados por los medios y por la gente hasta la saciedad. Curiosamente, esos sencillos son las canciones que menos me gustan del CD, que aún ahora me parece buenísimo, y de altísimo nivel técnico musical; siendo sólo las versiones del Unplugged la única música de Diego Torres que me gusta. 



He disfrutado mucho este CD para andar por la calle, tal como en esa época. La música y las letras son optimistas, las melodías son muy cantables para mí, y están en español. Es un estilo dinámico y energizante que no es tanto para escuchar sentado, tanto en la casa como en la calle. Ya mencioné que la calidad ha pasado mi filtro de músico profesional, porque los arreglos son extremadamente bien hechos, ricos en texturas y moderados con la armonía, y recordé que este álbum inspiró el sueño que yo tenía al entrar a la carrera y que más o menos he cumplido de ser corista de estudio, porque los coros en este álbum son amenos, característicos e imprescindibles. 

Para los que no están familiarizados, en el mundo de la música existe un oficio poco reconocido por el público general que es el de "músico de estudio". Lo explicaré con un ejemplo: Diego Torres canta sus canciones, y a lo mejor también toca en algunas la guitarra o el piano (honestamente no tengo ni idea), pero él necesita músicos que toquen la batería, el bajo y demás instrumentos. Estos instrumentistas, que permanecen más o menos anónimos, son los músicos de estudio, y es posible que también le hayan grabado la batería y el bajo a Shakira y muchos famosos más. Bueno, pues yo soñaba con ser la cantante "anónima" que les grababa las voces adicionales a los cantantes o músicos famosos. Increíble el recuerdo tan importante que me trajo escuchar música que hace tiempo no escuchaba. 

En contraste, he escuchado otro álbum "hit de mi infancia": Gente, de Presuntos Implicados, y aunque la música ha correspondido a mis expectativas, no me matan las letras. Ir por la calle significa que uno va a tener concentración de sobra para escuchar la letra y querer cantarla. Pero yo tengo un conflicto con cantar "Tú eres mi única razón para vivir" pensando en mi prometido, porque no es así (yo lo amo con todo mi corazón, pero él no es mi razón para vivir, él lo entenderá). Este conflicto se me ha presentado mucho últimamente, sobretodo con la música en español, que es la que entiendo en su totalidad. 




No es que la letras de Presuntos sean tan graves ni nada, pero a raíz de esto me puse a reflexionar que la música lo puede ir programando a uno, tal vez sin darse uno cuenta. La música puede hacernos admitir barbaridades que en plena conciencia rechazaríamos si nos las plantearan (Sí, señor reggaetón, estoy hablando de ti). Por eso sería bueno que todos hiciéramos el ejercicio conciente de revisar qué estamos escuchando, qué ideas estamos admitiendo en nuestras mentes a través de la música. 

Habiendo echado una mirada al pasado, buscaré qué más puedo escuchar cuando salgo de la casa.

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...