viernes, 28 de octubre de 2016

Joshua Tree - U2

Llegué a los 13 años con gustos musicales determinados por lo que se escuchaba en mi casa. Mi papá es un melómano empedernido, y escucha un rango amplísimo de géneros. Entre ellos está el rock, tanto en inglés como en español, y entre tantas, una banda consiguió interesarme enormemente: los irlandeses U2. 

Con vergüenza confieso que para la clase de religión en séptimo grado, sostuve con argumentos que Bono era un santo del siglo XXI, y ya no recuerdo ni qué dije. Si es cierto que aún lo admiro, hay algo que desde esas edades me resulta irresistible del vocalista de U2 sólo con verlo y escucharlo cantar. Deseo seguir viviendo de esa impresión superficial, por eso no necesito saber nada de su vida privada. Deseo seguir viviendo de lo que siento con el álbum de Joshua Tree. Cuando lo escucho me lleno de energía, y es de esa música simple pero deliciosa, perfecta para cantar. Yo soy soprano, y lo que hago cuando no alcanzo las notas graves, es que construyo armonías encima de Bono. Él no sabe lo bien que mezclan nuestras voces... Si lo supiera me contrataría como corista y ya no tendría el tiempo ni la necesidad de escribir este blog. Estoy bromeando, con mi conversión renuncié para siempre a ese estilo de vida.

La primera canción Where the streets have no name va surgiendo de la nada con recursos electrónicos hasta que la banda entra. El tempo moderadamente rápido pero bien marcado y el tremolo de la guitarra mantienen arriba la energía. La voz de Bono no es limpia ni pulida, pero ya en este álbum se consolida ese color tan de él, y esa alternancia entre grito y susurro.

I still haven't found what I'm looking for fue un hit para mi. Cuando pude acceder a toda la música de mi papá la busqué hasta el cansancio, pues no sabía de quien era, él no podía ir anunciando siempre qué bandas y álbumes oíamos cada sábado por la tarde. Me gusta mucho porque dentro de la insistencia del patrón del bajo y la batería, hay algo muy ligero en la guitarra y la voz. De alguna forma la música si hace pensar en una búsqueda, en un hombre que anda a paso enérgico por el mundo paseando su mirada como turista, con inquietud y fascinación a la vez.

With or without you empieza austera en densidad sonora, y va aumentando poco a poco. La verdad me derrite cuando Bono canta grave, y me gusta cómo va subiendo. Esta canción exagera lo que también sucedía en la anterior: El bajo y la batería básicamente repiten los mismos gestos, y la voz, la guitarra y todos los efectos electrónicos van construyendo encima, como quien hace figuras sobre el hielo, deslizándose, con momentos de clímax y descanso. 

In God's country es un clásico, aunque no quiero saber lo que dice la letra. Supongo que habla de un país muy pobre y árido. El motivo de la guitarra tan característico me transmite angustia e incertidumbre. Hay dos secciones en lo que a la armonía respecta: estrofa y coro. El coro descansa un poco la tensión de la estrofa. Una vez más, la música me energiza, y siento que debo pararme a bailar de alguna forma no convencional, porque la canción no es exactamente alegre. 

Alguien dirá que hablé solamente de las canciones más populares, sin embargo puedo asegurar que todas las canciones del álbum son muy buenas. Es importante escucharlas completas, pues no surten el mismo efecto si se salta uno la introducción o el final, por muy piano y atmosférico que sea. Les recomiendo mucho Joshua Tree, no obstante mi experiencia con U2 no termina aquí. 

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...