sábado, 28 de enero de 2017

En defensa del pop IV: Katy Perry- Part of Me

En mi entrada anterior hice énfasis en lo maravilloso que es que Sara Bareilles se haya posicionado gracias a su talento y no a su belleza o a grandes y escandalosos shows, y aún así véanme: escribiendo una entrada sobre Katy Perry. Pues así es: A continuación voy a hablar de la impresión que dejó en mí el documental de Katy Perry del 2012 llamado "Katy Perry: Part of Me", y así concluyo mi mes de defensa del pop.

Nunca he sido fan de ninguna de aquellas chicas que se turnan para estar de moda y encabezar con sus singles listas de radio y ventas, pero no he sido ajena a lo que pasa en ese mundo. Cuando era adolescente seguí con casi devoción los canales de televisión MTV y VH1; y por lo tanto vi cuánto videoclip salía. La llegada de Lady Gaga y Rihanna coincidieron con el momento en el que un rayo de madurez me iluminó y pude discernir que esos videos y esa música no me dejaban nada bueno y tomé la decisión de dejar de verlos. Por esa época también salió el famosísimo single de Katy Perry I kissed a girl, y a mí me pareció un pésimo esfuerzo de alguien por saltar a la fama valiéndose de un escándalo, de un desafío a los principios morales. No me gustaba para nada Katy, y cuando descubría que algún conocido tenía el CD de ella, lo juzgaba duramente en mi mente. 

Sin embargo, pasó el tiempo, yo entré a la universidad y un día me descubrí a mi misma escuchando Fireworks con los ojos aguados. La canción era vivaz, enérgica y había algo muy positivo en ella. No tenía ni idea de quién la interpretaba, y me lleve una sorpresa agridulce cuando me enteré de que era Katy Perry. Más adelante me pasó lo mismo con California Gurls, bailaba y cantaba cuando la escuchaba, la disfrutaba mucho. 

Un día mientras estuve en el exterior, se me atravesó la posibilidad de ver el documental. Algo en la idea de un documental sobre una gira de ella me atraía muchísimo, por lo que yo también soy cantante. Dediqué una tarde a verla, y quedé pasmada. No fue nada parecido a lo que sentí al ver el documental de la vida de Amy Winehouse, el cuál me perturbó mucho por el entorno de maldad y la exaltación de la vulgaridad en que consistió la carrera de Amy. Al contrario, es tanto lo positivo que encontré en la vida de Katy Perry que lo explicaré en 5 puntos:

1. Me sorprendió mucho ver lo talentosa que es. Su voz es muy buena y también lo es su dominio de la guitarra y su composición. Ella escribe gran parte de sus canciones, y trabajó muy duro para llegar a donde está. Su camino ha sido largo y no necesariamente fácil, pero gran parte de su éxito se debe a su talento musical.

2. Gran parte de su éxito también se debe a que es bella físicamente, a pesar de que ahora su belleza se debe en gran parte al maquillaje. Al natural es bonita, pero pasa algo desapercibida; es el maquillaje el que le realza lo que ya tiene de base y la hace resaltar. No obstante, su actitud y su presencia también han sido factores decisivos que hacen parte del combo al que podemos llamar "belleza". 

3. Uno piensa que todas estas grandes divas son marionetas de empresas y propósitos más grandes que determinan la forma en la que deben ser exactamente. En este documental me dí cuenta de que, si bien Katy no está del todo exenta, mucho de su estilo particular y de su concepto estético es inciativa de ella, es la forma en la que mejor expresa su personalidad. Su creatividad da los parámetros para todo lo que se mueve alrededor de ella: sus vestuarios, su cabello, los escenarios, etc.

4. Su estilo y su concepto tienen un lado muy negativo: son alrededor de ser desafiante como un adolescente que pone a prueba límites y sólo busca divertirse. Pero también hay algo muy positivo en ella: su propuesta es alegre, siempre queriendo crear buenas atmósferas y sonrisas. Esta auténtica intención de que las personas pasen bien 3 minutos de canción o 2 horas de concierto se transmite muy bien en la música, la cuál uno disfruta no necesariamente con remordimiento. No puedo decir lo mismo ni de Madonna, ni de Britney, ni de Rihanna, ni de Adele, ni de Beyoncé, etc. 

5. En este documental ví clarísimo el asunto de la vocación. Katy había tenido este sueño desde niña, el cuál de un modo u otro había cumplido. No sólo se trataba de vivir de la música y compartir su mundo interior, sino de ser líder. Es cierto que es líder, es cierto que guía a muchísimas personas; que lo haga o no con responsabilidad es un asunto de conciencia. Me sentí identificada porque yo también tengo esa inclinación al liderazgo que no entiendo muy bien cómo desempeñaré desde la música y la escritura. 

Finalmente, lo que pasó después de haber visto la película fue que me dí cuenta de que Katy Perry es ante todo una artista, sin discusión. Por simpatía entre artistas la perdoné y en mi corazón nos reconciliamos. Sin duda no apruebo que ande desnuda en sus videoclips y en las revistas, pero deseo con toda sinceridad que encuentre la verdadera felicidad y guíe positivamente a las grandes multitudes, porque me pareció una muy buena persona.


Recomiendo bastante la canción Wide Awake.

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...