martes, 23 de julio de 2019

Mi historia vocal: las visiones sobre mi voz

Hace un par de años me di cuenta de que tenía algunas fallas técnicas en el uso de mi voz para cantar, a raíz de una entrevista que tuve. Esa experiencia me movió a escribir esta entrada:  https://impresionesceballina.blogspot.com/2017/02/cantar 

Pero también me movió a buscar un libro sobre técnica vocal más digerible que el que cito ahí. Aprendí mucho, no lo puedo negar, pero me molestó que la autora, una cantante de ópera española, afirmara que las personas con rinitis o asma crónicas no podían dedicarse al canto. Claro, porque yo sufro de rinitis crónica. "Muy tarde" pensé. Ya estoy graduada y hasta con maestría. 

Sé que mi voz es distinta, es rara, tiene un brillo excesivo debido a la nasalidad, y se me descontrola el vibratto con facilidad. Es debido a estos defectos que cuando estudiaba técnica vocal de adolescente, la profesora me recomendó que no me presentara a canto lírico, sino a canto jazz, porque no tenía voz para el repertorio clásico. Efectivamente, pasé a canto jazz, y en general me fue muy bien, todos los géneros de difusión radial que me pusieron a cantar los logré interpretar, nunca hubo grandes correcciones. 



Luego me he dedicado estos 5 años a la música sacra. El director del primer coro en el que estuve no me molestó mayor cosa, y dejó que me fuera adaptando al estilo a mi propio ritmo. Fui aprendiendo lo que necesitaba, y este es el punto en el que ya me sé defender cantando con voz de cabeza y limpia de mañas. Pensé que eso era todo, no obstante, ingresé a un coro de canto gregoriano, género en el que tengo alguna experiencia, y la directora manifestó que hay algo en mi forma de cantar raro, que hace evidente la falta de formación que tengo como cantante lírica. No lo vi venir y no lo comprendí, no sé exactamente qué le dio la pista a ella. Lo comenté con una estudiante y a ella le pareció obvio: son el uso de la voz de pecho en los graves y el brillo. 

Conozco personas a las que no les gusta la música "pop", pero conozco a muchas más personas que no soportan la música clásica con voz, porque no entienden el texto y todas las voces les suenan igual. ¡Cierto! Había olvidado que en el jazz y en el pop sí puedo ser yo misma, porque mi voz singular no se adaptaría a una ópera a menos que pasara por un doloroso proceso de supresión de las características más mías y desarrollo forzoso de características que no tengo; sin mencionar que me tocaría tratarme con rigor las alergias. 

Lo bueno es que desde que empecé a escuchar Música Antigua, me di cuenta que ese es un espacio de la academia vocal en el que le dan más lugar a los rasgos distintivos de las voces. Tal vez como solista podría funcionar en este repertorio. El problema es que entré a un coro, en el que voy a sonar al unísono con otras personas. No mezclaré mucho a menos que aprenda a negarme a mí misma. Ya lo empecé a vivir y va a ser restrictivo, porque me toca mantener la boca en posición de pitillo para oscurecer mi color. 

Veré si es posible adaptarme. 

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...