lunes, 5 de noviembre de 2018

La pintura del barco

Hace un mes tuve que cantar uno de esos matrimonios en los que cada aspecto se realiza con el mayor esmero. Así lo esperaban de la música de la ceremonia, y es por esto que pidieron un formato instrumental grande y pagaron muy bien. Durante un mes, tuve de invitados colegas músicos, quienes fueron de las primeras personas en conocer nuestro apartamento de recién casados.

Hay una característica que da a este espacio la sensación de ser vivido y apropiado por nosotros, y es que tenemos cuadros en todas las paredes, sobretodo en la sala-comedor. Y no es que seamos coleccionistas, es más, no pagamos ni por una sola de las pinturas: son regalos de mi hermana, mi abuelita y una tía, de distintos momentos de mi vida, pues las tres pintan y en las paredes de los apartamentos de muchos parientes se puede atestiguar y leer su proceso artístico.

En la sala sólo hay cuadros de mi abuelita. Ella es paisajista, se dedica a hacer paisajes de bosques y lagos sobre todo, y en las cuatro pinturas que adornan la sala hay dos de estos, pero también uno del mar golpeando las rocas, y esta otra escena que pondré a continuación:


Pues bien, la violinista del grupo para el matrimonio que mencioné quedó prendada de este cuadro, y más adelante, el hermano del novio también preguntó acerca de él cuando lo vio. La chica quiso comprar una escena similar, y con este propósito estuve visitando a mi abuelita y viendo lo que no tiene vendido, pero resultó que solamente hizo dos pinturas con esta temática, una la tiene un tío y la otra es la mía. El chico preguntó si sabía qué significaba el cuadro, qué estaba pensando mi abuelita cuando lo hizo. 

Hace tiempo que no pensaba en esta obra de arte, y en lo personal, la del mar contra las rocas me toca más, porque el mar tiene tonos morados, mi color favorito, y pues bueno, en este momento de mi vida el mar contra las rocas tiene más significado que la barca. Me ha llamado mucho la atención que entre una sala que parece una galería, el barco haya cautivado así a dos personas. Cuando lo recibí de adolescente, me parecía una escena triste, y que el mar estaba crispado y turbulento, pero ahora sólo me parece una escena de melancolía, de soledad resignada. 

Me gustaría mucho saber, ¿Cuáles son sus impresiones acerca de este cuadro? 

El último mes

Mi querido y maltrecho Mac de segunda mano, que alegría me da estar acariciando tus suaves teclas, en comparación con las del enorme y profe...